El Clavel es una planta oriunda de la zona mediterránea. Simboliza la pasión, el afecto, el anhelo y el romance.
Gracias a la migración y la colonización se extendió su cultivo con rapidez por todo el mundo.
En 1629 se reconocían más de 20 variedades de la planta; hoy superan las 250 especies.
Los claveles tienen el privilegio de encontrarse entre las tres flores más populares del mundo y de recibir altos ingresos por su comercio en la industria de la floricultura.
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Su origen se remonta a la antigua Grecia, allí un sabio de la época Theopharastus, denominó la flor ¨Dianthues ¨ derivado de dos vocablos griegos: ¨Día¨, Dios; ¨Anthos¨, flor: Flores de Dios, término que conllevó a que en algunos países le atribuyeran poderes divinos.
De ahí que su nombre científico es Dianthus caryophyllus.
Es espectacular como podemos apreciar los cambios que experimenta en su forma, ¿quieres saber cómo es el clavel en su totalidad?
Se trata de una flor que podemos encontrar con una capa simple o doble de pétalos, con una sola flor o varias, en dependencia de la familia.
Los pétalos del clavel también varían; aparecen con flecos, con bordes redondeados, más dentados, con ondas.
Los claveles poseen un tallo subterráneo corto que crece dando plantas densas de hasta un metro de altura y con un diámetro de entre 6 y 8,5 milímetros de diámetro.
Las hojas son envainadoras, opuestas, lineales; cada tallo culmina en una flor de no menos de cinco pétalos.
Los claveles de 60 centímetros son los favoritos en el comercio. También los hay de 50, de 40 y de 30 centímetros. Los más pequeños se emplean especialmente en ramilletes
Estas flores se distinguen por poseer gran variedad de colores los hay verdes, morados, rojos, amarillos, champán, blancos, rosa, así como mixtos.
También existen otros tipos de claveles como es el Clavel de los poetas o Dianthus Barbatus, una flor muy aromática, de colores diversos donde destacan los rojos, blancos, rosas y los bicolores.
Son considerados las flores más hermosas de la naturaleza. Sus corolas son redondeadas y con unos bordes aserrados.
Aparecen de diferentes tamaños, la variedad más pequeña mide 15 cm y la más grande puede llegar hasta los 50 cm, lo que la convierte en una planta excelente para los jardines.
Su cuidado permite disfrutar de ellas durante la primavera y el verano.
Así mismo tenemos a los Claveles Silvestres, que realmente son flores muy bonitas, de hojas perennes con diseño alargado en forma de aguja.
Generalmente florecen durante la primavera y el verano, no siempre son olorosas. Los colores más comunes son los blancos, salmón y amarillos.
Suelen aparecer variedades con colores menos comunes. Para florecer con fuerza necesitan de buena luminosidad, con temperaturas entre 20 y 25 grados.
Recibir un ramo de flores como obsequio es siempre gratificante, un gesto que nos da placer, la alegría se completa si quien nos lo ofrece escoge correctamente el color de la flor teniendo en cuenta su significado.
Los claveles blancos simbolizan amor puro, orgullo, buena suerte.
El clavel rojo tenue significa admiración, mientras que el rojo más intenso alude a la pasión, al amor profundo.
Mientras que el púrpura es capricho, egocentrismo, desagrado.
A pesar de ser flores muy bonitas tienen la particularidad de que se debe ser muy selectivo a la hora de ofrecerla
Para el cultivo del clavel es importante conocer que florece durante las estaciones de primavera y verano.
Sin embargo, manteniendo las condiciones apropiadas, los claveles pueden florecer durante casi todo el año.
Es una planta heliófila por lo que necesita estar expuesta plenamente a la luz solar.
El riego debe ser regular, pero evitando el encharcamiento, por lo que el suelo para su cultivo debe estar bien drenado
Estos factores junto a otros requerimientos se deben tener en cuenta a la hora de cultivar esta planta.
Por ejemplo, las temperaturas por el día deben estar entre los 22 y 24°C, mientras que por la noche deben oscilar entre los 10 y 12°C.
Si ocurren variaciones bruscas en las temperaturas diurnas respecto a las nocturnas, esto provoca apertura del cáliz.
Aunque el clavel soporta hasta los -3 o -4° C sin helarse, la formación de yemas florales se para por debajo de los 8°C y por encima de 25°C, pues estas temperaturas extremas provocan que se alterne la velocidad de crecimiento, la altura de las flores, la capacidad reproductiva, el contenido de agua y la duración de vida post-cosecha de la flor cortada.
Los 0°C son letales para el cultivo de clavel, pues se pueden formar lunares y deformaciones en los pétalos.
La luz es uno de los factores más importantes en el cultivo del clavel, tanto para su crecimiento como para su floración.
El valor óptimo de iluminación es de 40 000 lux. Este factor determina la rigidez del tallo, el tamaño y el número de flores.
Para mantener el valor adecuado de iluminación es necesario tener en cuenta además tanto la buena orientación del invernadero como el material de cubierta adecuado.
De todos los diseños de invernaderos conocidos es el tipo diente de sierra el que mejor se adapta al cultivo del clavel.
Se necesita por lo menos una aireación del 30% de la superficie cubierta y ello conlleva a construir túneles no muy anchos.
Es de especial importancia mantener la humedad relativa en un rango de 60-70%, pues valores de humedad relativa por encima del valor óptimo, incrementan la incidencia de enfermedades criptogámicas.
Mientras que valores por debajo de este provocan el desecamiento de la planta y favorecen la incidencia de la araña roja.
El riego debe ser corto y frecuente, preferentemente constante. Los aportes de agua dependen de la época del año y del sustrato. Un déficit de riego influye negativamente en el desarrollo y calidad de la flor, así como en el crecimiento de las hojas.
El suelo debe ser poroso y estar adecuadamente drenado, para evitar encharcamientos y asfixias. El pH del suelo debe oscilar entre 6,5 y 7,5.
Los abonos utilizados deben tener alto contenido en nutrientes.
El abonado debe realizarse una vez por semana en primavera y verano, mientras que el resto del año basta con abonar una vez al mes.
Entre las plagas más comunes estan:
Estas plantas son vulnerables a enfermedades tales como: Roya (Uromyces coryophillinus); Fugeriosis (Fusariun oxysporum); Mancha foliar ( Pseudomonos ondropogonis); Otros hongos (Rhizoctonio soloni); Alternaria dionthi; Alternaria dionthicola; Botrytis cinerco; virus del jaspeado.
Las áreas más comunes para encontrarlos son las zonas mediterráneas, a 30 o 45 metros de altura.
De ahí que se aprecian especies de la flor en Chile, Estados Unidos, Australia, Sudáfrica, Colombia, México y Kenia; también se encuentran varias especies en Asia.
Actualmente el cultivo de claveles se ha expandido en países como Guatemala, Ecuador, Perú y en la Península Ibérica.
Durante los siglos XV y XVI los pintores del renacimiento eligieron esta flor como la predilecta para emplear en sus escenas de compromiso. Hoy continúa siendo el obsequio perfecto para demostrar amor con flores.
El clavel es la flor oficial de España.
Está presente en los símbolos de un estado de Norteamérica: Ohío.
Los genetistas colombianos lograron cultivar claveles azules, los que gozan de gran popularidad en Europa.
El derrocamiento de la dictadura de Antonio de Oliveira y la independencia de las últimas colonias portuguesas en 1074 se lograron gracias a un movimiento popular denominado, ¨La Revolución de los Claveles¨.
La gran cantidad de pétalos que poseen estos fueron aprovechados por los espías para ocultar mensajes revolucionarios durante la Revolución Francesa.
Los claveles se emplean en la elaboración de pociones mágicas en algunos rituales, para atraer el amor.
Existe la creencia de que los claveles pueden brindar fuerza y protección, por lo que algunas personas mantienen la flor cerca de la puerta.
La producción y exportación de claveles constituye una importante fuente de ingreso para países como: Colombia (con más del 50%) en el mercado, Kenia(con el 20 %), Holanda(con el 17 %) Turquía y España con el 10 % entre ambas.
El Clavel tiene una grán variedad de propiedades las cuales te listamos a continuación:
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