La Amapola es una flor versátil y sensaciona muy variada es originaria del norte de África.
Entre ellas podemos encontrar las amapolas orientales que alcanzan 120 cm (cuatro pies) de altura, así como las amapolas alpinas mucho más pequeñas que llegan solamente a los 25 cm (diez pulgadas).
El nombre científico de la Amapola es Papaver rhoeas, son plantas fuertes que solo necesitan para crecer una tierra con buen drenaje.
Sus semillas pueden ser blancas o negras. Las negras son las que más fácil se encuentran y las que más beneficios aportan al organismo.
Se caracterizan por ser muy pequeñas con sabor idéntico al de las nueces y muy saludables, lo que las hace perfectas para incluirlas en nuestra dieta.
La amapola, Ababa, Ababola o Amapol como también se le conoce es para muchos una mala hierba, sin embargo, sus hermosas flores nos cautivan.
Contenido
Las amapolas se distinguen por su variedad de colores, entre las que podemos encontrar:
Real o adormidera (Papaver somníferum), de la que no se tienen buenas referencias por su alto contenido de alcaloides.
Muchos desconocen que esta planta aporta grandes beneficios en la medicina, pues reduce el dolor, trata la tos y la diarrea, la ansiedad, la depresión, el nerviosismo.
Su valor ornamental es innegable.
Es una planta de ciclo anual, de flores color escarlata intenso, acampanadas y casi esféricas, muy usadas en adornos florales.
Considerada una mala hierba, sus hojas son levemente venenosas; aunque las verdes frescas al cocerse pierden la toxicidad y son apetecibles, de efecto sedante y semillas inofensivas, utilizadas a menudo como condimento.
Sus flores se emplean en la elaboración de siropes y bebidas alcohólicas; pero se debe tener cuidado con su consumo excesivo ya que puede causar dolor de estómago y molestias intestinales, así como ligeros trastornos respiratorios.
En Eurasia y el norte de África es utilizada en la elaboración de cosméticos.
Es frecuente encontrarla en los sembradíos.
Se trata de una flor frecuente, pero no abundante, muy vistosa, con numerosos estambres en el centro.
Aparece dispersa en las zonas de montaña, en los bosques y en la cercanía de los arroyos.
Esta rareza botánica es uno de los símbolos del país de Gales, donde es muy popular.
Sobresale por sus flores grandes, solitarias, de color violeta, con fruto en cápsula cilíndrica y semillas de color grisáceo.
Esta variedad es poco frecuente debido su sensibilidad ante pesticidas y herbicidas de los cultivos.
Es una planta efímera y crece en lugares baldíos, cunetas, lindes de siembras y barbechos.
Además, es ornamental, de raíz venenosa, de las que se extraen compuestos químicos.
Las semillas de la amapola son muy beneficiosas para la salud de hombres y mujeres ya que aportan fibra dietética, proteínas.
Además de minerales como magnesio, fósforo, hierro, zinc, manganeso, calcio, potasio y selenio.
También aportan micronutrientes, dígase ácidos grasos saludables, omega3 y Omega 6.
Mantienen la sensación de saciedad, elimina el estreñimiento, reduce el colesterol.
Sus semillas son antioxidantes y contribuyen al metabolismo.
Fortalece el sistema óseo, ayuda al corazón y al sistema nervioso.
Protege al ADN y conserva la fortaleza en los tejidos conectivos.
La leche de amapola es una bebida medicinal, que se extrae de la flor y es analgésica y anestésica de efecto rápido y causa somnolencia.
La infusión de la amapola es un calmante natural, tiene efecto antiespasmódico, es sedante de los bronquios, es antibacteriana y viral.
Si quieres adelgazar, quemar grasa, reducir la celulitis, bajar la tensión, disminuir la ansiedad y relajarte, consume esta infusión ya que es excelente para lograr estos resultados
La preparación es muy sencilla y los ingredientes están a tu alcance:
El modo de elaboración es simple, solo pones el agua a hervir, mezclas los pétalos y mantenlos al fuego durante tres minutos, retiras el agua del fuego y dejas reposar unos tres minutos.
Agregas miel al gusto para endulzar y obtener un sabor más agradable.
La amapola roja significa consuelo, mientras que la blanca significa sueño.
La roja es símbolo de las víctimas de la guerra de Ucrania. Ellas y el lema “Recordamos y ganamos” están en el reverso de la moneda conmemorativa a los 70 años del vencimiento al nacismo, instaurada por el presidente de Ucrania el 29 de abril de 2015.
En Persia era el símbolo del amor y la felicidad, dela sexualidad y la pasión.
Los chinos la identificaban con la riqueza, el descanso y la soledad.
Los egipcios la percibían como un símbolo de la hermosura y la juventud de la mujer. Los jarabes de esta flor se los daban a los enfermos para combatir las infecciones y a los niños para que dejaran de llorar.
Para lograr óptimos resultados en la cosecha, te recomendamos prepararte para plantar a principios de primavera o en otoño, en dependencia del clima de tu zona.
Es importante tener en cuenta que sus semillas necesitan permanecer en lugares donde las temperaturas son frescas o frías antes de que puedan germinar.
Ahora bien, las temperaturas de invierno de tu zona no deben estar por debajo de 18 grados.
Podrías plantar las semillas en otoño antes de la primavera helada; no olvides plantar las semillas apenas se descongele la tierra.
Si la temperatura de invierno de tu zona es menor a los 30 grados podrías plantar la amapola Islandia, ya que es muy resistente al frío.
Haz lo posible por plantar en varias etapas.
Divide las semillas de esa flor en grupos y planta cada grupo con una semana o dos de diferencia, así este jardín mantendrá su colorido por un período de tiempo más largo.
Escoge un lugar donde haya sol pleno o sombra parcial.
Generalmente las amapolas logran mejor desarrollo cuando reciben como mínimo 6 horas diarias de luz solar.
Si resides en una zona donde el clima es caliente, selecciona un área en donde las amapolas queden protegidas durante las horas de más intenso calor.
Algunas amapolas, como las moradas, mantienen un color más vistoso bajo sombra parcial que a pleno sol.
Mejore la calidad de la tierra y el drenaje con el uso de compost o constituye una huerta elevada en caso de amapolas perennes.
Mezcla las semillas con arena. Utiliza un recipiente pequeño. Esta acción
Ayuda a separar las semillas y hace más fácil y uniforme su siembra.
No entierres las semillas de amapola, pues así bloqueas el paso de los rayos solares e impides la germinación.
Si la tierra con la que cuentas es demasiado dura, entonces lábrala para soltarla, a una profundidad de 20 cm.
Las semillas de la flor de amapola necesitan que el suelo esté ligeramente húmedo, por eso recién plantadas, riégalas.
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